Mi centro...
Es un colegio concertado de la Comunidad de Madrid, perteneciente al distrito de Ciudad Lineal. Cuenta con un nivel sociocultural medio-bajo y de clase obrera. El colegio en educación primaria es de línea 2, ampliándose hasta línea 3 en educación secundaria obligatoria y viendo la necesidad de abrir una cuarta clase a partir de tercero de la ESO. Cuenta con línea dos en Bachillerato y numerosa oferta en formación profesional.
Lo ideal para mi colegio…
Todo el mundo soñamos con un colegio ideal, perfecto, sin fallos, con alumnos modelo. Pero la realidad es muy distinta, y eso no quiere decir ni mejor ni peor. Siempre hay cosas mejorables en el centro, de los que podemos ser participantes y activos para un cambio general. Otros, por el contrario, no están en nuestras manos. Los artículos leídos me han llevado a reflexionar sobre cambios soñados y realistas:
- Participación. Considero que, al ser un centro salesiano, muy involucrado en ayudas sociales, a las familias tanto del centro como del barrio, la cantidad de actividades que realizamos, fuera del horario escolar, para dar respuesta a las necesidades de nuestras familias, creo que es hora del cambio. Es hora de dejar de soñar y pasar a incluir a las familias en el centro: actividades diarias de clase, apoyo extraescolar de madres que dispongan de tiempo y capacidades. Y, aunque lo menciono en otro punto, la creación de sociedades para el diálogo.
- Sociedades para el diálogo. Un gran objetivo a corto plazo sería el de crear una sociedad que la compongan padres, profesores, directores y alumnos y que abarquen un documento de convivencia escolar, nombrando a responsables de anotar lo que allí se hable, registrar posibles problemas y soluciones. Entre todos, participar de ese diálogo necesario para evitar problemas y solventar los que surjan.
- Formación de grupos igualitarios. Crear grupos en las aulas que estén compensados y que se apoyen entre ellos para la mejora del grupo en general, para evitar diferenciaciones. Evitar que nadie se quedé atrás y ofrecer las ayudas dentro del aula y no fuera. Un apoyo real de profesores dentro del aula con el que se pueda atender a todos los grupos de trabajo.